...regresaría al pasado no para pasar por la katana a Sylar, no para salvarle el pellejo a mi mejor amigo y mucho menos para entretenerme jugando con una lagartija gigante. Si este ladrador crepuscular fuera Hiro Nakamura, regresaría al pasado para arrear una buena colleja nipona a todos y cada uno de los responsables intelectuales del final de temporada de Heroes. Mal planteado y peor dirigido, preocupado antes de plantar para el curso que viene que de cosechar cuanto se había sembrado en este, el capítulo 23 supera incluso el coitus interruptus que en su día representó Twin Peaks: es un gatillazo carente de la más elemental tensión y poesía , elementos que sí se hallaban presentes, por ejemplo, en el no tan lejano episodio del sacrificio de Mr. Bennett (realizado, si mal no recuerdo, por un recuperadísimo John Badham). Y no añado más a riesgo de caer en el siempre proceloso terreno del spoiler...
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